Se ha banalizado mucho sobre el tema de las emociones. En general, hoy en día, todo el mundo habla de emociones. Por una parte, esto tiene un aspecto muy positivo y es que hemos evolucionado sobre el modelo en el que lo “racional” era políticamente más correcto y profesional que lo “emocional”. Y por suerte, este cambio de paradigma nos ha permitido entender que lo “emocional” está muy presente, no sólo en los realities de televisión, también en las películas, en las escuelas, en los trabajos, en restaurantes, gimnasios… en todos estos lugares, si nos fijamos, encontramos emoción. 

Pero que lo emocional haya empezado a jugar un papel muy importante en nuestro bienestar global y esté tan presente y accesible a todo el mundo, puede ser peligroso, porque se puede banalizar y con ello, dejar de darle la importancia que merece.

Cuando algo se banaliza, sin querer o queriendo, se puede convertir en algo fácil, superficial, simple y básico, cuando en realidad no lo es. Las emociones no son fáciles, ni simples, ni básicas, porque hay infinidad de emociones. Lo “emocional” es intenso, desconocido (muchas veces) y sobretodo, complicado. En el mejor sentido de la palabra. Complicado porque cuesta de entender, complicado porque nadie nos ha explicado que es normal, complicado porque nos dijeron que siempre debíamos estar felices y cuando aparecen emociones desagradables, nos paralizamos y/o bien no sabemos que hacer, o bien nos sentimos mal por experimentar “emocionalmente” lo que estamos experimentando. Muchas veces, nos paralizamos o salimos corriendo tratando de evitarlas y al ver que no son evitables, generamos más sufrimiento y aparecen otras emociones, haciéndolo más difícil y por eso, complicado. 

Las emociones y toda la teoría sobre la inteligencia emocional, se rigen por un amplio recorrido en el que rigurosos estudios científicos, han ido estudiando y averiguando, a lo largo de los años, el papel fundamental de éstas en la vida de las personas.  Hasta llegar al punto en el que estamos hoy, dónde nos dan la oportunidad y el conocimiento, mediante técnicas, de poder influir sobre éstas y mejorar nuestra calidad de vida, de forma considerable. 

Por todo esto, hemos querido estructurar el curso de la siguiente manera:

1- Qué son las emociones.

2- Cuáles son las emociones básicas y sus funciones.

3- Cuáles son las emociones secundarias y sus funciones.

4- Qué es la inteligencia emocional y de qué depende?

1. Inteligencia INTRAPERSONAL
2. Inteligencia INTERPERSONAL
3. Manejo del estrés
4. Adaptabilidad

5- Pasos necesarios para la regulación emocional.

6- El papel del vínculo seguro en la regulación emocional.

7- Educar en competencias emocionales.

• Conciencia emocional
• Identificación emocional
• El acompañamiento emocional
• Diferenciación emocional
• Pasar a la acción
• Focalizar en emociones agradables
• Transformar las emociones
• Contener las emociones
• Cuidarse emocionalmente

16 - Comunicación emocional

17 - Emoción y sus sistemas desencadenantes: neurovegetativo, hemisferio izquierdo y derecho, áreas cerebrales

18- Conclusión